VI edición del concurso de microrrelatos ‘Círculo Creativo’
El 23 de octubre recogimos a los niños del colegio y nos hicimos nuestra particular película indie. Íbamos a un concurso convencidos de que no iba a ganar, pero que merecía la pena vivir la experiencia. ¿Quién coge la mochila y se va con los niños y una perra a casi 300 kilómetros un miércoles por la tarde? «Vamos a hacernos una de Pequeña Miss Sunshine», nos reíamos.
Allí estaban nuestros amigos burgaleses para acompañarnos con su generosidad arrolladora y su casa abierta de par en par para acogernos.
Y resulta que al final, contra todo pronóstico, gané el primer premio del VI Concurso de microrrelatos que organiza la Fundación Círculo Creativo. Entre casi 1200 microrrelatos sacó la cabeza mi ‘Sillón marrón de terciopelo’ inspirado en mi abuela María. El segundo premio del concurso fue para ‘El paracaidista’, de Maximiliano Jarque Blasco y el tercer premio para ‘Mirada de autor, de Horacio José Godoy D’Agostino.
Estos relatos aparecen junto a una selección de algunos microrrelatos en un pequeño libro que se puede encontrar en las oficinas de Fundación Círculo (Plaza de España 3, 09005. Burgos), al precio de 5 euros.
Gracias de corazón. ¡Aún no me lo creo!
Os dejo por aquí.
Sillón marrón de terciopelo
Después de comer, ella, mi abuela, cabecea en un sillón marrón de terciopelo. Dice que no duerme por las noches y yo la creo porque la siento como una conserje de guardia en una casa llena de suspiros, crujidos y cajones que se abren y se cierran.
Me despierto a menudo buscando la mano que ya no está. Ay, qué chica esta, dice ella, sin negarme la mano que me sostiene de nuevo cuando la llamo de madrugada. No quiero que se vaya. Ojalá no se vaya.
El olor a picatostes y la radio me despiertan. Ha muerto Lola Flores. Tengo trece años. Me da miedo la muerte de quienes quiero. Mi abuelo se afeita. Mermelada de melocotón. Café recién hecho. Olor a jabón.
Ella lee para mí. Lo hace a menudo, porque así se lo pido. Ella cose vestidos para muñecas a las que apenas miro. Ella juega al parchís y a la oca. Ella sabe que hago trampas. Mi abuela pone la novela y cabecea en un sillón marrón de terciopelo.